Restauración

Restaurantes gallegos penalizan las reservas fantasma: 20 euros por persona

El no aparecer cuando se realiza una reserva en un restaurante gallego puede llegar a costar 20 euros por cada persona que decide no acudir a la cita.

Publicidad

Es una práctica habitual con la que se encuentran desde hace tiempo los hosteleros. Las conocidas como reservas fantasma. Personas que reservan mesa en un restaurante pero luego no se presentan. Y tampoco cancelan con tiempo suficiente como para que los establecimientos puedan ofrecer esa mesa a otros clientes.

"Es algo que nos perjudica porque dejamos de percibir ingresos", explica Alberto Fernández, copropietario del restaurante O Sendeiro, de Santiago de Compostela. Aquí cada día, antes de los servicios, repasan las reservas y llaman a las personas que las han realizado para confirmar. Sin embargo, Alberto asegura que el 'no show' -así lo llaman en el sector- es una tónica general que se incrementa en temporada alta. De hecho, aquí el Viernes Santo les fallaron 14 reservas, un total de 40 comensales, y esto supuso una pérdida importante para el negocio en plena Semana Santa.

Fue entonces cuando decidieron poner en marcha una medida de garantías para evitar esas pérdidas. "Empezamos a pedir un número de tarjeta de crédito para realizar la reserva. Nosotros no cobramos nada de manera anticipada, pero si no se presentan a la hora de la reserva o no cancelan con 48 horas de antelación, aplicamos una penalización de 20 euros por persona".

Aunque reconoce que al principio tenían dudas, porque no sabían cómo iban a recibir esta medida los clientes, aseguran que "entienden perfectamente" que hagan esto. Por el momento, sólo lo aplican a reservas de 6 o más personas, pero ya se están planteando extenderlo a todas las reservas. "El problema es cuando se trata de mesas de 10, 12, 14 comensales… podemos hablar de 700 euros por mesa". Y el perjuicio es mayor si la reserva que falla tiene un menú encargado: "En ese caso ya no hablamos de no ingresar la cuenta, sino también de pérdida por el gasto previo a la hora de preparar un menú cerrado".

Cada vez son más los restaurantes que adoptan esta medida para protegerse frente a las denominadas reservas fantasma o 'no show' y evitar estas pérdidas.

Publicidad