Publicidad

Castilla y León cuenta ya con 68 figuras de calidad alimentaria

La morcilla de Burgos, reconocida por Europa como Indicación Geográfica Protegida

A partir de ahora, en las etiquetas comerciales de cada firma inscrita figurará obligatoriamente la mención IGP Morcilla de Burgos. El producto protegido se expedirá provisto de una contraetiqueta numerada con el nombre de Morcilla de Burgos y el logotipo de la Indicación Geográfica Protegida.

El Diario Oficial de la Unión Europea ha publicado este miércoles el anuncio mediante el cual la morcilla de Burgos es reconocida a nivel europeo como Indicación Geográfica Protegida por lo que Castilla y León cuenta ya con 68 figuras de calidad alimentaria.

En la actualidad, seis industrias se dedican a elaborar Morcilla de Burgos, un producto cárnico obtenido mediante embutido y posterior cocción, en cuya elaboración se utilizan cebolla horcal, manteca o sebo, arroz, sangre, especias y sal.

A partir de ahora, en las etiquetas comerciales de cada firma inscrita figurará obligatoriamente la mención IGP Morcilla de Burgos. El producto protegido se expedirá provisto de una contraetiqueta numerada con el nombre de Morcilla de Burgos y el logotipo de la Indicación Geográfica Protegida.

La prohibición del uso del nombre geográfico para las morcillas que no cumplan con las características de la figura de calidad supondrá un impulso para el sector agroalimentario de la Comunidad. La importancia social y económica del sistema de protección de la calidad agroalimentaria en Castilla y León se manifiesta en que, según los últimos datos disponibles, integra alrededor de 20.000 explotaciones, 1.400 industrias y supone un valor económico superior a los 1.000 millones de euros.

Con la incorporación de esta nueva IGP Morcilla de Burgos son ya 68 las figuras de calidad existentes en la Comunidad. La Consejería de Agricultura y Ganadería ha conseguido duplicar en la última década el número de reconocimientos a alimentos de calidad, llegando a tener más productos protegidos que muchos países europeos.

Este decidido apoyo a la creación de figuras de calidad diferenciada de productos agroalimentarios se basa en la utilidad de estos distintivos para potenciar su comercialización, ya que son una garantía de origen y calidad para el consumidor, favorecen el desarrollo rural y contribuyen a la fijación de población.

Publicidad