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A estas alturas ya sabemos que Francisca Montenegro no es ninguna santa. Es vengativa, interesada, ambiciosa y puede llegar a ser muy malvada. Nos lo ha demostrado en numerosas ocasiones. En cada encontronazo con Raimundo, su archienemigo de Puente Viejo, al que le une un gran secreto que no puede salir a la luz. También nos lo demostró con Don Julián al no darle las medicinas en sus últimos momentos de vida y cuando, gracias a su astucia, culpó a Pepa de turbar a Angustias y llevarla directa al sanatorio.

Francisca Montenegro es uno de esos personajes con los que disfrutamos ver en escena, una mala de las de verdad a la que odiamos y admiramos al mismo tiempo. Cuando vemos a Francisca en pantalla hace que se nos remuevan las entrañas. Pero Francisca es tan podereosa que nada ni nadie podrá detenerla y hará lo que sea para deshacerse de quien ose hacer algo que no esté bajo su control.

A ninguno nos gustaría estar en el pellejo de su hija Soledad, la cual tiene que sufrirla cada día con sus impertinentes respuestas y sus maltratos. Pero sin embargo tiene una gran fuerza y un gran afecto por los suyos, sobre todo por su hijo predilecto, Tristán.

Un personaje maestralmente interpretado por María Bouzas, una gran actriz gallega que hace de Francisca Montenegro la más cruel de Puente Viejo.

Otras malas de la televisión

Pero Francisca no es la única mala ni la única que hace la vida imposible a todos los que la rodean. Un ejemplo actual de otro personaje femenino que encarna la perversión y la maldad es Martina Castro, la mujer cubana de Don Germán en Bandolera, una mujer fría y calculadora que atrae a los hombres para conseguir lo que quiere.

Sofía Elizondo que aparecía en Gavilanes era astuta, decidida y muy lista. También Claudia, la mujer de Galba en Hispania es caprichosa y está acostumbrada a tener todo lo que pide.

Y si cruzamos nuestras fronteras la lista de malas aumenta. No podía faltar la mítica Angela Chaning de Falcon Crest. Su nombre era sinónimo de maldad durante los años 80, y lo sigue siendo en nuestros días. Despiadada y fría, la matriarca del clan era acaparadora y calculadora.

Ya en los 90 Amanda de Melrose Place era una villana que disfrutaba haciendoselo pasar mal a cualquiera que se cruzase en su camino.

Nina Meyers, jefa de la UAT en la serie 24,  era traidora, escurridiza y tenía una doble vida.

Actualmente la entrenadora del equipo de animadoras de Glee, Sue Sylvester, no podía quedarse fuera, competitiva y siempre irónica no se detiene ante nadie.

Y no nos podíamos olvidar de O'Brien la ayudante de cámara de Downton Abbey, a la que estamos descubriendo cada martes en Antena 3. Una mujer fría, despiadada, malhumorada y amargada capaz de que nadie se de cuenta de sus planes perversos.

¿Quién crees que es la más mala de todas ellas?

 

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