El carro aparece despeñado al fondo de un barranco. Tristán le dice a Pepa que hay noticias de Martín, y ella decide marcharse con él. Cuando llegan al lugar tendrán que identificar los cadáveres.

Mientras, Severiano le pide permiso a Raimundo para cortejar a Emilia. Alfonso teme que Severiano se vaya dejando a Emilia. Por su parte, Raimundo ve a alguien que le trae recuerdos del pasado, recuerdos de terror.

Tristán le hace ver a su hermana que ha cometido un gran error con el cálculo del riego. Sin embargo, su madre se muestra bastante comprensiva; se ha propuesto ganarse la confianza de su hija y lo está consiguiendo.

Francisca presenta a Gregoria y Tristán, pero éste no hace mucho caso aduciendo que tiene prisa. Parece que Tristán agrada a la doctora más que el resto de los mortales.  Y, entre tanto, Hipólito empieza a pensarse en serio la idea de ser tenista a tenor del talento que tiene para el deporte.