Pedro acepta encantado el encargo de alcalde que Francisca le propone, pero conserva su dignidad.

Pía observa los regalos que Olmo y Roque le han hecho para el niño. No sabe qué hacer.

Quintina se integra al colmado y aporta además sus dotes adivinatorias. Recibe una llamada inquietante.

Francisca convence a Raimundo de que se quede en la Casona donde ella podrá cuidar de él, ante esto, Raimundo no duda de los sentimientos de Francisca.

Fernando viene a exigir a Gonzalo que deje de remover el asunto de la violación de María.