Tristán y Pepa se besan por fin, sacando a la luz sus verdaderos sentimientos. Más tarde se reencontrarán para amarse, pero alguien entra en la estancia para pillarles... Francisca.

Raimundo ha sido trasladado correctamente a la clínica, pero los nervios ante la operación crecen, no es seguro que salga bien y a la vez es la última oportunidad que tiene Raimundo de vivir.

Soledad pasa la primera noche en el chozo, con mucho frío. La diferencia de comodidad con la Casona es obvia, pero además, no parece un sitio muy seguro en el que recogerse.

Francisca paga la operación de Raimundo. Pide noticias a Alberto sobre su resultado pero el galeno no tiene una contestación fiable, las primeras horas posteriores a la operación son cruciales.

Juan prepara su marcha y no permite que Mariana le cuente nada de Soledad, ni siquiera le permite hablarle de su paradero. Juan se irá sin saber del sacrificio de Soledad.