Inés le agradece a Guillermo que no la descubriera cuando vino a registrar el expediente de Carmen. Más tarde Guillermo tendrá una gran bronca con Uriarte por ese motivo, al descubrir éste que alguien ha estado en su despacho revolviendo. Guillermo se siente entre la espada y la pared y bebe de más. En un momento de debilidad, intenta sobrepasarse con Marina en el Ateneo. Marina muy ofendida le da una bofetada, dejándolo aún más hundido.

Fernando y Alicia siguen viviendo su clandestina historia de amor hasta la aparición por sorpresa de Isabela. La han puesto en libertad.   Pelayo después de hacer el amor con Amparo, se siente eufórico. Desoyendo el consejo de Amparo se lo cuenta a sus hijos y hace planes de traérsela a vivir a casa. Amparo vuelve a aparecer por el barrio y es cuando Pelayo se lleva el gran chasco. Ha venido a recoger unos billetes, se va definitivamente.