Juana sorprende a Damián a la salida del hostal y le acusa de haber estado con alguna fulana. Tras mucho tiempo de discusiones, Juana decide enterrar el hacha de guerra de una manera intrigante...

La policía se ha presentado en el hostal para advertir de la verdadera identidad de Elías Roncero, estafador de larga trayectoria que acostumbra a dar golpes en hoteles y pensiones de toda España. Benigna decide no contar a la policía que ese hombre le robó pero no piensa quedarse de brazos cruzados, acude a Bonilla para que resuelva el caso.

Américo está profundamente decepcionado con su padre, al que acusa de ser un vago redomado tras haber sido despedido del trabajo en el mercado. Paco se justifica de no haber ido a trabajar por la presencia de un incómodo conocido que ha sido ascendido.

Juan está muerto de celos con la supuesta actitud de Clara, a quien le acusa de ir provocando a todo hombre que se le acerca. Su relación pende de un hilo.