En el programa 9 de Top Chef nos trasladamos a Cádiz para homenajear a la cocina del mar y a su máximo exponente: Ángel León, que ejerció como invitado y juez en este capítulo especial, en el que hemos visitado los rincones más espectaculares de esta provincia costera y en el que los concursantes han tenido que "mojarse", literalmente, para algunas de las pruebas.

Para la Prueba de Fuego, estuvieron en las espectaculares Salinas de San Vicente, donde tuvieron que capturar ellos mismos el ingrediente principal de sus platos: una dorada. Un reto, sin duda, desesperante sobre todo para Peña.

Además, los seis concursantes tuvieron que enfrentarse a la cocina de Ángel León, una de las más complejas del mundo. Para ello se trasladaron al restaurante del ex jurado en el Puerto de Santa María, Aponiente. Una vez allí, los concursantes se sentaron a la mesa sin saber que la prueba a la que tenían que hacer frente por parejas estaba muy relacionada con la "compleja" comida de la cual estaban disfrutando. Sólo la mejor pareja se salvó de ir a la última oportunidad, que fueron la formada por Peña y Marc.

La desesperación, los nervios y los movimientos estratégicos de los concursantes, provocaro un momento de alta tensión en las cocina entre los ya declarados "enemigos" Marc y Carlos y, por otro lado, la amistad que une a este último con Víctor se vió dinamitada por primera vez en el concurso a raíz de una importante decisión.