"Mi hijo es una persona normal, amigable al que nunca se le pasaría por la cabeza matar a su esposa", asegura Rosario Ariza, la madre de Farid. A pesar de que la relación entre ambos se había enfriado, según Rosario porque "tenían problemillas a raíz de los tratos de Farid con las drogas". Rosario insiste en que su hijo "solo tenía ojos para Irene".

Por su parte, Farid afirma que, en cuanto están solucionados los trámites para repatriar el cuerpo de su esposa regresará a España para hacerse cargo de sus cinco hijos, "es lo único que me queda de mi esposa y lo más grande que tengo", sentencia. "Tengo miedo por la seguridad de mi madre, ya que se están diciendo muchas cosas, pero espero que las autoridades españolas nos respalden y protejan", dice Farid.