Escaparate de un concesionario de coches

Publicidad

GUERRA ENTRE CONCESIONARIOS Y FABRICANTES

El precio de los coches podría bajar 500 euros con la nueva normativa

Los concesionarios aseguran que podrán reducir los costes de 'stock', pues los fabricantes tendrán que recomprar los coches que no vendan. Anfac asegura que los precios subirán.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto), Antonio Romero Haupold, calcula que, con la nueva norma que regula la relación entre marcas y redes comerciales, el precio de los coches bajará entre 400 y 500 euros de media por unidad, de forma que "los grandes beneficiados serán los consumidores".

Romero Haupold explicó, en rueda de prensa, que la nueva norma, contenida en una enmienda a la Ley de Economía Sostenible, permitirá a los concesionarios reducir los costes financieros de sus 'stocks', pues los fabricantes ya no podrán imponer volúmenes de compra por encima de lo solicitado por las concesiones.

Actualmente, los concesionarios españoles tienen 'stock' por un valor de 18.000 millones de euros, lejos de los 28.000 millones de euros que llegaron a registrar hace dos años, como consecuencia de la caída de las ventas, ya que, según denuncian, los fabricantes les seguían obligando a comprar coches aunque no se vendían.

El máximo responsable de Faconauto destacó la "necesidad y oportunidad" de la nueva norma, que viene a "equilibrar la relación entre las partes", y aseguró que las marcas habían comenzado una reorganización de las redes con numerosos preavisos de cancelación de contratos, ante el cambio del escenario regulatorio europeo en 2013.

Según el secretario general de la organización, Blas Vives, estos planes de reorganización de las marcas podrían traducirse en el cierre del 30% de los concesionarios.


Anfac dice que los precios subirán
Según Anfac, la nueva norma obligará a los fabricantes a afrontar nuevas y elevadas provisiones por indemnizaciones y devolución de 'stock', por importe de miles de millones de euros, lo que provocará un aumento de los precios que perjudicará al consumidor.

Para la patronal de fabricantes, la nueva norma sólo beneficia a los propietarios de concesionarios, ni siquiera a sus empleados.

Además, los fabricantes consideran que con la nueva norma no tiene sentido el actual sistema de distribución, por lo que las marcas podrían asumir la comercialización de sus propios vehículos. También advierte de que la desconfianza de las casas matrices se traduciría en una pérdida de inversión, como consecuencia de la bajada de ventas y de producción en España.

 

Publicidad