El pleno del Ayuntamiento de esta localidad, gobernado por la Agrupación Independiente de Alegría (AIA), aprobó el pasado jueves una moción presentada por el PSE-EE por la que se instaba a la Diputación Foral de Alava, órgano competente en esta materia, a que la Iglesia dejara de estar exenta del pago de impuestos como el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) y el ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras).
En declaraciones a Europa Press Televisión, el alcalde de la localidad, Joseba Koldo Goritagoitia, ha explicado que lo que piden es que la Diputación "tome cartas en el asunto y que en adelante la Iglesia Católica pague el IBI y el ICIO 'como el resto de los mortales'".
"Todo lo que sea sumar importa, porque está claro que la situación económica de los ayuntamientos cada vez es peor y al final tenemos una serie de gastos, de inversiones que queremos acometer y que estamos muy limitados económicamente", ha subrayado.
Goritagoitia ha querido dejar claro que "no es una pelea con el cura del pueblo", sino con una institución que la Iglesia. "No tenemos que entrar en una pelea entre el alcalde y el cura del pueblo, yo creo que ese no es el fin por lo menos", ha aclarado.
El regidor alavés ha afirmado que se trata del primer municipio de Euskadi en llevar adelante esta iniciativa, y que el resto de España ya ha sido aprobada en localidades como Fuenlabrada (Madrid) y Paterna, en la Comunidad valenciana.
A su entender, "lo bonito sería que el resto de ayuntamientos tomaran ejemplo de lo que ha pasado en Alegría y se hiciera una petición común, y al final Diputación tendría que tomar cartas en el asunto".
Goritagoitia, ha recordado que en el año 2011, "de las arcas públicas, tanto del estado como de comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos salieron unos 10.000 millones de euros para financiar a la Iglesia, de los cuales más de mil corresponden a la sección de impuestos, cifra bastante importante porque son unos 200 euros por habitante lo que nos corresponde pagar a la Iglesia. Creo que un dato bastante importante".
En el pueblo, algunas jóvenes no querían opinar sobre esta cuestión, pero otros, como un joven que a primera hora de la tarde se encontraba en el interior de un establecimiento hostelero, consideran "perfecto" que la Iglesia pague impuestos. "Tú también pagas, yo también, ellos ¿por qué no?". "Si es para el pueblo perfecto", ha concluido.
