Publicidad

SE TRATABA DE UN EXPERIMENTO

Una joven usa Photoshop para fingir que está de vacaciones en el sudeste Asiático

En realidad, todas esas fotografías estaban manipuladas digitalmente. La chica creó una recopilación de imágenes trucadas en donde, por ejemplo, recreó la supuesta habitación de hotel de Tailandia utilizando su propio dormitorio y unos antiguos regalos navideños.

Una joven holandesa de 25 años, Zilla Van Den Born, fue acompañada por sus padres al aeropuerto para realizar un viaje por el sudeste asiático de más de 40 días. Sin embargo, según recoge el 'Daily Mail', la mujer decidió regresar a su casa de Amsterdam en secreto y así iniciar una especie de experimento con el que demostrar el enorme poder de las redes sociales para manipular la realidad.

Zilla antes de emprender su supuesto viaje

La joven diseñadora subió a la red numerosas imágenes en las que aparecía comiendo comida asiática, posando junto a monjes budistas, buceando en el mar, entre otras muchas que mostraban sus exóticas vacaciones durante esas cuatro semanas.

Con una niña en el sudeste asiatico

En un supuesto templo budista

Lo cierto es que en realidad, todas esas fotografías estaban manipuladas digitalmente. La chica jamás fue a la playa, sino que las imágenes fueron tomadas en una piscina y posteriormente retocadas. De este modo, creó una recopilación de imágenes adulteradas en donde, por ejemplo, recreó la supuesta habitación de hotel de Tailandia utilizando su propio dormitorio y unos antiguos regalos navideños.

Además de las fotografías, hay una serie de vídeos donde la joven explica la manera en la que creó cada fotografía, así como la reacción de su familia y amigos al enterarse del engaño al que habían estado sometidos.

Desde ahí engañó a sus padres cuando los llamaba mediante Skype. También enviaba SMS a media noche y colgaba imágenes de supuestos souvenir, que en realidad había comprado en mercadillos y tiendas holandesas.

Con este experimento Van Den Born logró demostrar lo fácil que es "crear un mundo ideal en la red, que la realidad no puede satisfacer. Mi objetivo era probar cómo se puede distorsionar la realidad"..

Cuando Zilla finalmente reveló la verdad a sus familiares y amigos, ella capturó todas sus reacciones en video. No es necesario decir lo profundas que fueron sus impresiones, exhibiendo colectivamente una gama de emociones: espanto, incredulidad, confusión y, en algunos casos, incluso indignación.

 

 

 

Publicidad