Junto a Jo Martínez, una detective del Departamento de Policía de Nueva York trata de resolver los más intrigantes casos homicidas en la ciaudad que nunca duerme. Más de 200 años de experiencia como médico le aportan un estilo propio que no todos comparten.

Pese a que al principio le considera un presuntuoso, Jo comienza a apreciar sus habilidades conforme avanza la trama. Capaz de diseccionar cuerpos en segundos (y no solo en la morgue), Henry también emplea buena parte de su tiempo en buscando una forma de morir e investigando sobre su inmortalidad.

Sólo Abe, su mejor amigo y confidente, sabe su secreto.