Tristán tiene que ir a visitar a Angustias, prometiendo a Pepa que podrá ir a ver a Martín muy pronto. Pepa se queda con Leandro, esperanzada y luchadora. Recibe la ayuda de Soledad que, sorprendentemente, Francisca deja libre para que vaya a ayudar a Pepa.
Mientras tanto, Francisca registra el cuarto de su hija y descubre el dibujo que Juan le había hecho medio desnuda. Su rostro se enciende y sus ojos se llenan de odio y rabia: a Soledad le espera una buena cuando vuelva de su estancia en el pueblo.
El médico de Angustias le cuenta a Tristán que, para su sorpresa, su mujer está mejorando y pronto saldrá de aquí. Él se marcha pero Angustias sabe que, gracias a los planes intrigantes de su amiga Felisa, pronto saldrá del sanatorio.
Juan logra poner un parche en su lucha por despistar a Tristán para excavar las tierras misteriosas, aunque sabe que su secreto arde en su interior.
Emilia se enfada con su padre por vender su alma al diablo, a un prestamista como Pardo. Es una mala persona y Emilia lo comprueba cuando lo visita y Pardo le hace proposiciones deshonestas. Si no tenía bastante, Emilia recibe una petición de matrimonio de Hipólito.