Pepa confiesa ser la madre de Martín en el funeral que se ha preparado para el niño, delante de todos. Y será Tristán el que dé las explicaciones y afirme que en realidad Martín es hijo de Carlos y Pepa. Francisca no podrá sino maldecir el día que cuidó del que pensaba su nieto.
Ante este episodio, Pepa buscará estar sola. Lo que hará que Tristán cada vez se sienta más lejano a ella. Y nada ayudará menos a Pepa que ser objeto de las habladurías de todo Puente Viejo. La joven huye de todo eso con la esperanza de que su hijo siga vivo... Vuelve a la Quebrada de los Lobos, y Tristán no podrá esperar a que vuelva: sabe que el terreno es demasiado peligroso.
Por su parte, Sebastián descubre con horror el pasado de su padre y de Emilia, quien creía era su hermana. Emilia recibe una nota pidiendo que se citen lejos del pueblo, no es otro que Eulalio que quiere contarle por fin su verdadera procedencia Severiano presume de estar sacando los cuartos a Emilia, lo que hace que Alfonso se muera de rabia. Y como si fuera poco, Severiano será descubierto manoseando a otra.
Y, entre tanto, Soledad sigue adelante con los planes que le propuso su madre de ganarse la admiración de Olmo Mesía.