Virtudes se niega a marcharse de Puente Viejo, cree que Sebastián no puede abandonar así a su hermana y su padre. Cuando por fin se produzca el encuentro de Virtudes con su marido, el amor que se profesan dejará claras las nulas esperanzas de Sebastián. Está claro a quién quiere Virtudes.
Ramiro empieza a ayudar en la casa de comidas para echar una mano con la salud de Emilia. Raimundo sigue con su recuperación y prueba nuevas habilidades cada vez que su hija sale de la taberna. Cuando su hija se entere se emocionará sobremanera.
Juan y Soledad siguen pasando penurias porque no son capaces de encontrar ni un solo trabajo en toda la comarca. Éste está desesperado que cuando le ofrecen un trabajo muy turbio que se ve tentado a aceptar.
Tristán sigue siendo presionado por Maximiliano, en caso de que le pase algo a él una declaración llegará a las manos adecuadas en dos días. Tristán necesita un dinero que ni él ni su madre tienen... sí la conservera que ha cobrado uno de los encargos, ¡por fin tienen las primeras ganancias!
Francisca la toma con Mariana y está a punto de darle una bofetada cuando Rosario se interpone. Le pide a la chica que les deje solas a Francisca y a ella, parece que algo del pasado podría salir a la luz, algo capaz de contener a Francisca, ¿qué pasó antaño para hacer retroceder a la terrateniente?
Alberto empieza a beber hundido por su situación con Pepa. Se confesará ante Emilia que verá lo hundido que está el galeno por no saber enamorar a la partera y hablará con ella para que le ponga las cosas más fáciles, sin conocer la nueva cara del médico. Derrotado y borracho, Alberto terminará por obligar a Pepa a acostarse.