Mancuso amenaza a Blasco: “Tienes que conseguir que Ángel me venda el circo”

Blasco observa un cartel del circo pensativo, de un momento a otro se oye un ruido y uno de los matones de Mancuso aparece por sorpresa y agarra del cuello joven: “Me debes mucho dinero, Blasco”, dice Mancuso que se pone ante del joven.

Blasco, muerto de miedo reconoce habla con el enemigo de Ángel Cristo: “Te conseguí los tigres, ¿eh? Y te los conseguí a buen precio, tú sabes que valen el doble”, señala.

A Mancuso no le convence la respuesta de Blasco: “¿Y pensabas que con eso ibas a pagarme? Te di más tiempo para que consiguieras que tu jefe me vendiese su circo”, dice Mancuso mientras el matón que tenía agarrado a Blasco le suelta.

El joven intenta convencer a Mancuso de que está haciendo todo lo posible porque eso suceda: “Si consigues que Ángel me lo venda nos olvidamos de tu pequeña deuda”, dice el hombre mientras le recuerda que le debe cuatro millones.

“Deja ya las apuestas y eso que te metes por las narices o acabará matándote”, dice antes de marcharse. El otro matón no se marcha sin rajar a Blasco la oreja para que entienda quien manda y que cumpla así su objetivo.