Beatriz, atormentada por ser una asesina, sufre un varapalo mayor al confesarle su tía que fue ella quien provocó el incendio que mató a sus padres.

Raúl descubre, a través de Amparo, que ésta portaba los valiosos planos cuando el Chato le asaltó y amenaza a Ferrer con matar a su mujer si vuelve a jugársela.

Jairo, que no quiere marchar a Cádiz hasta vengar la memoria de Jimena, consigue convencer al capitán para que revoquen su traslado.
Eusebio pide al cura agilizar los trámites de boda y claudica ante los deseos de Sofía de realizar una boda discreta, para evitar más habladurías en el pueblo.