Miguel se enfada con Sara por hablar bien de los bandoleros en su artículo. Sara confiesa a La maña su disgusto de que tanto Roberto como Miguel se queden con una mala impresión de ella cuando parta a Inglaterra.
El desmayo de un jornalero enfermo provoca un nuevo enfrentamiento entre Don Germán y su hijo Álvaro, el cual termina en la posada borracho, montando un escándalo con una de las chicas.
Roberto se niega a participar en el envenenamiento del pozo de agua de los Montoro, y esto le causa una serie de conflictos con el grupo de jornaleros que abogan por acciones contundentes contra los caciques.
Pepe, asustado porque ha visto a la muerte, pide el amparo del cura y está dispuesto a hacer una ofrenda importante a la iglesia. Cuando se entera que las visiones que tiene son a causa de la pócima que está tomando, sus buenos propósitos cambian radicalmente.