El dolor inunda Cartagena tras la muerte de Óscar y Sandra por un conductor kamikaze: "Nos los han robado"

La tragedia ha golpeado a la ciudad de Cartagena después de que un conductor kamikaze le haya quitado la vida a Óscar y Sandra, dos jóvenes cuyo amor y sueños de futuro se han visto truncados en el kilómetro 163 de la autovía A-30.

La pareja viajaba en motocicleta cuando un conductor, de 34 años y presuntamente bajo los efectos del alcohol, colisionó frontalmente contra ellos. El impacto fue devastador y sus cuerpos quedaron irreconocibles sobre el asfalto.

Óscar tenía 28 años, militar de Barcelona que había servido en la Armada Española. Recientemente había adquirido una casa con Sandra en el barrio de Los Dolores.

"Estaban muy ilusionados haciendo planes de futuro"

Sandra, de 26 años, era conocida como "seño" por sus alumnos y se estaba preparando para comenzar a trabajar en una guardería del ayuntamiento. Amaba a los niños y disfrutaba de la vida.

Los mensajes de dolor y rabia han inundado las redes sociales, que han recordado a Sandra y Óscar como una pareja que tenía toda la vida por delante.

El conductor, por su parte, ha sido acusado de dos homicidios imprudentes y conducción temeraria. Hemos podido hablar con Manuel Franco, tío de Óscar, que nos ha contado que sienten una gran impotencia.

"Era una pareja maravillosa, nos los han robado", ha asegurado, algo que ha ocurrido en un cúmulo de cosas. El vehículo iba sin luces y su tío tiene claro que si hubiese sido al contrario su sobrino lo hubiera visto y lo hubiese esquivado.

Manuel ha pedido que el responsable del accidente reflexione porque ha dejado dos familias rotas. También hemos hablado con David, hermano de Sandra, que nos ha mostrado el móvil de la joven, que ha quedado completamente destrozado por el impacto.

Isidora es la madrina de Sandra y es la última que cenó con la pareja. "Estaban muy ilusionados haciendo planes de futuro", ha dicho.

En Y ahora Sonsoles conocimos, por otra parte, el caso de un menor de 8 años que falleció tras ser atropellado por un conductor que se dio a la fuga.