Madrid. Once menos cuarto de la mañana. Un hombre de 56 años, con licencia de armas, acude al domicilio de su ex mujer. Su objetivo, secuestrar a la que fue su esposa, quien días antes le había interpuesto una denuncia por maltrato.

"Tras el juicio se presentó en casa y me dijo que me iba a pegar un tiro pero que antes teníamos que hablar" asegura María en Espejo Público, al tiempo que la amenaza con una escopeta del calibre 22, escondida dentro de una tubería.

La mujer consigue dar la voz de alarma. Marca a escondidas el botón de última llamada de su teléfono móvil. Al otro lado su hijo escucha todo y acude en su ayuda. "Mi exmarido le encañonó con el arma y yo le pedía mi hijo que subiera a casa". En casa, el hijo de María llamó a la Policía. "Mi padre ha secuestrado a mi madre. Se la ha llevado con una escopeta en una furtgoneta Vito". Es el aviso que el joven da a la Guardia Civil.

Acto seguido sigue en moto a su madre secuestrada por su padre para dar más indicaciones a los agentes. La Benemérita pone en marcha un dispositivo para detener al secuestrador. En unos minutos localizan la furgoneta, en el kilómetro 7 de la carretera M-505, en direcciópn al El Escorial. Pero al ver a los agentes el hombre decide ejecutar antes de lo previsto su plan. "Me dijo, hasta aquí hemos llegado y cuando me iba a disparar, abrí la puerta del coche y me tiré. Era la muerte o el golpe", se confiesa María.

Los coches patrulla cierran el paso al secuestrador. Al verse acorralado, el conductor baja de la furgoneta y comienza a disparar a los guardias civiles, hasta en 9 ocasiones. En medio del tiroteo, uno de los agentes consigue herir al hombre en el antebrazo, lo que provoca que finalmente suelte la escopeta.