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'Fatmagül' y 'Mujer', los dos buques insignia del fenómeno turco en España

Desde que las series turcas desembarcaron en España, son muchos los títulos que han captado la atención de la audiencia, pero, sin duda, 'Fatmagül' y 'Mujer' son los dos buques insignia de este fenómeno.

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Según el diccionario de la Real Academia Española, buque insignia es aquella embarcación más representativa del conjunto al que pertenece. Si usamos esa acepción en sentido figurado y la aplicamos a las series turcas que hemos visto en España, podemos decir que 'Fatmagül' y 'Mujer' son los buques insignia del fenómeno que han supuesto estas producciones en la programación televisiva de nuestro país.

¿Por qué? Por una razón tan evidente como simple. Porque sin ellas, sin su éxito de audiencia, sin su relevancia, no podríamos hablar de tal fenómeno.

¿Por qué merece 'Fatmagül' esa categoría? Por una razón completamente objetiva. Porque fue la primera. Fue la gran apuesta de Nova por ofrecer una propuesta totalmente novedosa y la jugada salió incuestionablemente bien. Sigue encabezando el ranking de serie turca más vista de la TDT y los datos de su capítulo final parecen difíciles de igualar.

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Por lo tanto, no resulta nada atrevido asegurar que si la serie protagoniza por Beren Saat y Engin Akyürek no hubiera tenido el respaldo que tuvo por parte de la audiencia, lo que hoy es un fenómeno tal vez se hubiera quedado en un simple experimento o quizá serían un elemento más de la oferta televisiva, pero no con la relevancia que ha alcanzado en la actualidad.

¿Por qué 'Mujer' merece esa categoría? Por otra razón también completamente objetiva. Porque supuso el salto a lo que podríamos llamar la primera división de la televisión. Fue la primera serie turca que se estrenó en prime time en una cadena generalista. Y, al igual que sucedió con 'Fatmagül' en la TDT, fue quien abrió las puertas a la emisión de otras series turcas en ese horario y ante una audiencia mucho mayor.

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Por lo tanto, si la serie protagoniza por Özge Özpirinçci y Caner Cindoruk se hubiera quedado en un experimento de verano que, tras unas semanas de tanteo, hubiera pasado a la TDT, las series turcas no ocuparían la sólida y firme posición que tienen a día de hoy.

Dos mujeres contra el mundo

Además de compartir su rol de buques insignia del fenómeno turco en España y de que ahora tengamos la oportunidad de verlas en Nova, ‘Fatmagül’ y ‘Mujer comparten la característica de tener como personajes centrales a dos mujeres que han tenido que enfrentarse a muchas aciagas circunstancias para empoderarse y dejar atrás un pasado cargado de lágrimas y dolor.

Fatmagül tuvo que recorrer un largo camino emocional para superar la violación grupal de la que fue víctima y otro tortuoso camino para ser reconocida como víctima por la sociedad y la justicia. Porque Fatmagül no fue solo víctima de sus violadores, también lo fue de un entorno que prefirió ocultar el ‘incidente’ con un matrimonio forzado y el reparto de una buena cantidad de maletines.

En el caso de Bahar, también tuvo que enfrentar un sinfín de vicisitudes: su ‘viudedad’, las dificultades para alimentar a sus hijos, una grave enfermedad, una complicada relación con su madre, una hermana cargada de odio, ira y envidia, etc.

Bahar no tuvo que mirar constantemente a su espalda por temor a ser agredida, pero cada día se levantaba de la cama preguntándose cómo enfrentar cada uno de los problemas que iban llamando a su puerta. Y fueron muchos. En algunos momentos, demasiados.

Unos amores complejos

Ambas mujeres también comparten haber tenido relaciones complejas con los hombres de su vida. Bahar perdió a su gran amor y cuando estaba empezando a darse una nueva oportunidad, cuando estaba empezando a pensar en ella misma, cuando estaba empezando a sentirse mujer además de madre, el destino le devolvió el pasado y no supo cómo reaccionar.

¿Cómo podía volver años atrás como si nada hubiese pasado? ¿Cómo podía volver a ser aquella Bahar feliz, ilusionada y enamorada después de las muescas que la vida había dejado en su alma y en su corazón? ¿Cómo desenmarañar la complicada combinación de los sentimientos del pasado con los del presente?

En cuanto a Fatmagül, su situación fue aún más dramática. Ella se vio obligada a casarse con uno de sus agresores. Es cierto que después su delito fue el no haber hecho nada para evitarlo, pero, aún así, fue necesario mucho tiempo, mucha paciencia, muchas conversaciones y muchos pequeños grandes detalles para que ambos pudieran estar en un mismo espacio sin que la tensión fuera la gran protagonista.

Tanto Sarp como Kerim tuvieron que seguir las pautas, los plazos y los tiempos de las mujeres que querían porque tanto Bahar como Fatmagül necesitaron reflexionar sobre qué era lo que querían y, sobre todo, qué era lo que no estaban dispuestas a aceptar.

Además, los personajes que interpretaron Engin Akyürek y Caner Cindoruk también nos representaron unos roles masculinos muy interesantes. Han tenido momentos en que han sido los maridos ideales y los perfectos compañeros de vida, pero también ha habido situaciones en las que deseábamos que Fatmagül y Bahar saliesen corriendo muy lejos de ellos.

Los enemigos más cercanos

Bahar y Fatmagül también comparten haber sido traicionadas por aquellos que, en teoría, más debían apoyarlas. Y que, además, nos han ofrecido dos villanos absolutamente fascinantes. Será difícil olvidar la maldad que transmitía Seray Kaya desde la punta de los dedos de los pies hasta el último rizo de su cabeza y Fırat Çelik transmitió a la perfección el egocentrismo y el orgullo herido de Mustafá.

La conversación más oscura y escalofriante de Sirin con Enver: “Todo fue una señal”
La conversación más oscura y escalofriante de Sirin con Enver: “Todo fue una señal” | antena3.com

Así, Bahar ha tenido un constante y permanente dolor de cabeza llamado Sirin. Su hermana, quien debería haber sido su mejor amiga, fue la causa de la práctica totalidad de sus lágrimas. No solo fue, junto con las peras romanas, la maldición de Sarp, sino que no perdió ni una sola oportunidad para lastimar a Bahar.

Las hermanas nunca tuvieron una buena relación, por lo que Bahar nunca llegó a sentir lo que podríamos llamar decepción, algo que sí sufrió Fatmagül cuando comprobó que quien debería ser su mayor protector se convirtió en su primer verdugo.

Fatmagül y Mustafá
Fatmagül y Mustafá | nova

Mustafá, el hombre con el que soñaba casarse desde que era una niña, el hombre que estaba construyendo una casa para ella, el hombre que le prometía un feliz futuro, fue el primero que le dio la espalda, el primero que prefirió creer unas mentiras interesadas antes que su verdad, el primero que la condenó y también fue el primero en torpedear sus esfuerzos por ser feliz porque “ o con él o con nadie”.

Los ángeles de la guarda

Afortunadamente, además del cariño y el calor de la audiencia, ambas mujeres contaron con la ayuda y el apoyo de sus particulares ángeles de la guarda. Bahar no solo logró recomponer la relación con Hatice, sino que siempre contó con la solidaridad y la dulzura de Enver y, sobre todo, creó una familia paralela con Ceyda y Yeliz. Esas tres mujeres, tan diferentes entre ellas, con experiencias de vida tan opuestas, crearon una conexión tan sólida que demostraron que la familia de elección puede ser tan o más importante que la de sangre.

La reivindicativa conjura de Bahar, Ceyda y Yeliz bajo un lema: solidaridad y mujeres al poder
La reivindicativa conjura de Bahar, Ceyda y Yeliz bajo un lema: solidaridad y mujeres al poder | antena3.com

Lo mismo podría decirse de Fatmagül. Su familia (especialmente su cuñada) no estuvieron a la altura de las circunstancias en el peor momento de su vida, pero después encontró en Meryem y Kadir a unos padres que siempre la levantaban cuando se desmoronaba y que nunca le soltaron la mano.

A pesar de los problemas que tuvieron que enfrentar, a pesar de las zancadillas que tuvieron que esquivar, a pesar de los torbellinos emocionales que tuvieron que vivir, Bahar y Fatmagül lograron ser las dueñas de sus decisiones y de sus destinos.

Cinco años después del estreno de la primera serie turca en España, podemos decir, sin caer en la exageración, que aquel experimento que supuso un auténtico flechazo entre la audiencia y ‘Fatmagül’ dio paso a un romance con ‘Mujer’, que superó el reto de ser un amor de verano para convertirse en un noviazgo formal que ha dado paso a un matrimonio que, por ahora, vistos los datos que obtienen ‘Hermanos’, ‘Secretos de familia’ o ‘Alas rotas’, mantiene una envidiable estabilidad que nos lleva a pensar que seguiremos celebrando muchos aniversarios más en los que, por supuesto, siempre recordaremos con un cariño especial las dos series que hicieron posible este fenómeno.

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