ObjetivoTV » Series

NÚMERO DE SERIE

'The Big C' regresa rompiendo tabúes sobre el cáncer

Fue una de las comedias revelación el año pasado y la audiencia acompañó a 'The Big C' desde su estreno en agosto de 2010 en Showtime. Si algo caracterizó a esta particular comedia protagonizada por la gran Laura Linney, Globo de Oro por su papel de Cathy Jamison, era su trasgresión a la hora de abordar la enfermedad, la muerte y sobre todo el cáncer, una palabra repleta de tabúes que en 'The Big C' adopta una dimensión desconocida hasta ahora en las series de televisión.

The Big C

Antena 3 The Big C

Publicidad

La primera temporada finalizó su recorrido de forma simbólica: Cathy se lanzaba de lleno a la piscina, la misma que le supuso un quebradero de cabeza desde el primer capítulo y que se convirtió en todo un símbolo de la serie. En el estreno de la segunda temporada comprobamos que la piscina no estaba vacía y que nuestra protagonista sobrevivía, al menos de momento. El inesperado suicidio de Marlene y la confesión de Cathy hacia toda su familia dejó la primera temporada en un punto muy intenso y perfecto para la segunda. 

La enfermedad sale a la luz
Ahora todos saben que Cathy padece cáncer de melanoma en fase 4, la más grave. Incluso Sean, su hermano hippie y bipolar, conoce por fin la delicada situación en la que se encuentra y aunque al principio le cueste, lo asimila con su peculiar modo de hacer las cosas. Después de terminar el tratamiento con el doctor Todd Mauer, (al que besó en la primera temporada) comienza con un nuevo oncólogo, el doctor Sherman (Alan Alda), que es todo un profesional pero un doctor muy poco sensible. 

Parece que la segunda temporada, al contrario que la anterior, se va a centrar en Cathy como una paciente que quiere sobrevivir y luchar hasta el último minuto más que como una mujer de mediana edad que está deseando hacer todo tipo de locuras (1ª temporada). Nos queda muy claro que la protagonista de 'The Big C' quiere sobrevivir y va a hacer todo lo que esté en su mano para lograrlo.

Con un particular sentido del humor (negro) y unos puntos visuales buenísimos, 'The Big C' no revoluciona la comedia pero sí la evoluciona hacía un nuevo estadio, el de la comedia negra sin pelos en la lengua. Personajes sencillos pero profundos, humor salvaje pero inteligente, y un guión que puede presumir de todo menos de ser aburrido. Si algo sabe hacer Showtime son comedias originales y que se distinguen completamente del resto, 'Weeds', 'Nurse Jackie' o 'Californication' son claros ejemplos. 

La segunda temporada en 'The Big C' comenzó con un fundido negro y un rótulo dónde se podía leer "otoño", seguro que a medida que pasen los capítulos van sucediéndose las diferentes estaciones en los sueños de Cathy. En este particular otoño Marlene aparece en un claro síntoma de que Cathy aún no está recuperada del cáncer y no sabemos sí lo estará algún día. Lo que queda claro es que la fórmula en 'The Big C' sigue intacta y pasamos uno de los mejores ratos posibles con una comedia que le da una vuelta de tuerca a todo, incluso al cáncer.

Publicidad