Así te hará más efecto
Llevas poniéndote mal la hidratante toda la vida (y no lo sabes)
Nos da igual si te dejas los cuartos en una hidratante maravillosa y carísima o si por el contrario, eres de la que eliges una de marca blanca porque has leído que es estupenda y económica. Las dos opciones nos valen. Lo importante, lo hemos abordado en alguna ocasión, es que te hidrates la piel del rostro (con una crema sí, pero también con un consumo de agua adecuado).
Publicidad
Pero, y ahora viene lo sorprendente, seguramente lo has venido haciendo mal hasta ahora. Y tú sin saberlo. ¿Por qué? Te contamos cómo debes ponerte tu hidratante para que haga más efecto.
- ¿Lo haces con la piel completamente seca o ligeramente húmeda? Tu ritual mañanero es siempre el mismo: te lavas la cara con agua y jabón, te la secas bien y acto seguido, pasas a las cremas. ¿Es lo que haces? Pues que sepas que lo estás haciendo mal: te conviene dejar la piel de la cara ligeramente húmeda. ¿Sencillo, verdad? Y solo entonces, poner la crema. ¿Y esto por qué, te preguntarás? Pues porque ese extra de humedad hará que facilites la penetración de la crema en la piel. Y eso aumenta la efectividad. “Cuando la piel está más húmeda, los poros están más abiertos y eso facilita la absorción”, comenta Yolanda Dávila, de Novu. Esto es idóneo para las pieles grasas y mixtas, pero seguramente las pieles más secas necesitarán de una aplicación extra de crema.
- De todos es conocido el buen efecto de los tratamientos en frío para la piel del cutis, pero a la hora de aplicar la crema, lo mejor es el calor: coloca el producto entre las palmas de las manos y presiona para templarlo. Después, aplícalo. Esta debe ser la rutina habitual.
- Ojo con la forma en la que manipulas la crema: si crees que todo es ponérsela de cualquier manera hasta lograr su absorción, te equivocas. “Lo primero, al aplicarla, debes hacer una primera presión y después, extenderla en masaje ascendente, muy enérgico, hasta conseguir la absorción”, añade. Y siempre, insiste en la zona en que más te preocupen las arrugas. Pero cuidado, se trata de masajear no de dejarte la cara roja como un tomate: hay que activar la piel, no sobreestimular.
- ¿Ese masaje enérgico debe ser igual en todas las partes de la cara? No: “En la bolsa debajo de los ojos, practica con los dedos un drenaje hacia el lagrimal y después, extiende el contorno de ojos hacia la zona de las patas de gallo. Aplica también en la zona superior del párpado”, comenta.
- Y un bonus track en lo que a cutis se refiere: un pequeño truco de belleza es ponerse un poco del contorno de ojos en el entrecejo, sobre todo si suele formarse en esa parte de tu rostro las típicas arrugas de expresión. Y también, como prevención, un poco en la zona del labio superior, conocida comúnmente como zona del “código de barras”. Esto ayudará a su prevención.
Como puedes ver, son unos consejos súper sencillos que puedes poner en práctica fácilmente cada mañana cuando te apliques la crema. Fuera ya de la aplicación de la crema, presta atención a lo que haces con tus manos: quizás no lo sepas, pero tú misma puedes generarte arrugas posturales. ¿Cómo? “Hay muchas mujeres que apoyan sus manos en la cara, esto hay que evitarlo porque tú misma te puedes estar generando pliegues a medio/largo plazo”.
Publicidad