BARBACOA DE 10

Consejos para mantener vivas las brasas de la barbacoa

Para una barbacoa perfecta, lo más importante es la preparación de las brasas para que la comida quede en su punto. Sigue leyendo para averiguar todos los trucos para una barbacoa sobresaliente

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Las reuniones familiares o de amigos suelen ser sinónimo de barbacoa. Sin embargo, muchos no se atreven con ella porque no saben cómo mantener vivas las brasas, algo esencial para poder hacer la barbacoa perfecta. Conseguir unas brasas duraderas es necesario si queremos cocinar bien todos los alimentos, o hacer varias tandas de comida. Por eso, os traemos unos consejos para manejar perfectamente las basas.

Tipo de combustible

¿Leña o carbón? Esta será la primera decisión, que marcará el desarrollo de la barbacoa. Hay que tener en cuenta que si lo que buscamos es una mayor durabilidad de las brasas, lo más recomendado es el carbón, pues tarda más en consumirse.

Coloca bien las brasas

Una vez estén encendidas, hay que removerlas bien, ya que según estén distribuidas, desprenderán más o menos calor. El truco para que duren más tiempo encendidas está en colocarlas de manera uniforme, ni muy cerca pues quemarán la comida, ni muy lejos o se apagarán.

¿Cuándo añadir más carbón?

Este paso también es decisivo para mantener la vida de las barbacoa. Para poder seguir cocinando, llegará un momento en el que será necesario añadir más carbón. Lo mejor para no ahogar el fuego es echar el carbón únicamente cuando queden las ascuas. Hazlo poco a poco, y comienza por las esquinas para que no se apague.

Si necesitas darle más vida al fuego en este paso, utiliza pequeñas ramitas de madera o patatas fritas para animar las llamas. También puedes utilizar aceite de oliva, pero con cuidado o podrías conseguir el efecto contrario, humedeciendo demasiado las brasas.

Controla las llamas

En caso de que las llamas se hayan descontrolado un poco, añade un puñado de sal para bajar la intensidad del fuego.

Recuerda que la propia posición de la barbacoa es esencial. Escoge un lugar sin mucho viento, y que no esté demasiado cerca de la vegetación, pues las brasas pueden saltar cuando se está cocinando, y podría provocar un incendio.

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