Este compendio incluye muchos ejemplos llamativos, como este puente en Talavera de la Reina que costó 70 millones de euros y que, según denuncian en la web, no lleva a ninguna parte.
Otra discoteca abrió sus puertas en Benaguasil, en Valencia, con los fondos del Plan E. Costó casi un millón y medio de euros y ha cerrado con unas pérdidas cercanas a los 200.000 euros.
Menos costoso, pero no por eso menos llamativo, es una bandera de 350.000 euros que instaló el Cabildo de Gran Canaria en un paseo marítimo. Pagó 1.200 euros por cada metro de tela. Hay muchos otros casos similares, la mayoría obras inútiles sufragadas con fondos públicos.