La Policía Nacional libera a una mujer de 30 años encerrada por su padre en Usera

La Policía Nacional ha liberado a una mujer de 30 años que llevaba tres días encerrada en su domicilio del distrito madrileño de Usera. La víctima, retenida por su propio padre, se encontraba en una habitación con cerraduras tanto en la puerta como en la ventana, sin agua y con un orinal para hacer sus necesidades. La intervención de los agentes permitió la liberación de la joven y la detención del hombre, acusado de delitos de malos tratos en el ámbito familiar y detención ilegal.

El pasado jueves por la tarde, la mujer consiguió contactar con la Policía a través del CIMACC-091 y alertó de que llevaba varios días encerrada. Los agentes se desplazaron rápidamente al domicilio, donde el propio padre de la joven, de 56 años, abrió la puerta. Tras una rápida inspección, encontraron el dormitorio con cerraduras y la víctima en estado de nerviosismo, con lesiones visibles en la cara. Además, la habitación estaba en condiciones insalubres y sólo disponía de un orinal.

Reincidencia en el maltrato

Según las declaraciones de la víctima, no era la primera vez que su padre la encerraba. La mujer reveló que en ocasiones anteriores había sido retenida por períodos de hasta un mes, durante los cuales era obligada a reparar teléfonos móviles. Esta vez, la joven pudo alertar a las autoridades y poner fin a su situación de cautiverio.

La Policía Nacional ha destacado la gravedad del caso y ha subrayado la crueldad y el abuso de poder ejercido por el padre. La detención del hombre se llevó a cabo de inmediato y quedó ingresado en los calabozos a la espera de su puesta a disposición judicial.

Comparativa con otro caso similar

Este incidente recuerda a otro reciente en Valladolid, donde una mujer de 94 años fue liberada por la Policía tras pasar más de tres años encerrada por su propio hijo. En este caso, la anciana fue recluida en condiciones insalubres y sometida a continuos malos tratos. La intervención policial se produjo tras las denuncias de los vecinos, quienes alertaron de los gritos de la mujer pidiendo auxilio.

En ambos casos, la intervención de los servicios sanitarios fue crucial. En Valladolid, la anciana fue trasladada al hospital Clínico Universitario para recibir atención médica. En Usera, la joven liberada también fue atendida por los servicios médicos debido a las lesiones y al estado de nerviosismo en el que se encontraba.

Estos casos ponen de manifiesto la importancia de la denuncia y la intervención temprana para prevenir situaciones de violencia y maltrato en el ámbito familiar. La Policía Nacional y los servicios sociales instan a la ciudadanía a estar atentos y denunciar cualquier indicio de abuso o maltrato.

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