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El Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas estudiarán antes de que concluya este mes un documento por el que se prohibirá la venta en los colegios de bollería, chucherías, snacks y refrescos para combatir la obesidad y el sobrepeso, que afecta a uno de cada cuatro niños en España.
Todo apunta a que el texto saldrá adelante, ya que desde 2005 existe un compromiso de autorregulación del sector de las máquinas expendedoras para reducir la presencia de estos productos en los colegios.
Los escolares sólo podrán adquirir agua, lácteos y zumos que no abusen del azúcar, cereales, frutos secos no fritos, sandwiches, bocadillos o productos de panadería, incluidos los bollos, si se ajustan a los límites en grasas que establezca la Ley.
El documento propone erradicar los productos prohibidos de los centros de Educación Infantil, Primaria y Especial, junto con su publicidad en los de Educación Secundaria para evitar el "efecto inductor" que invita a los adolescentes a consumir estos productos inapropiados para su salud.
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