Ahmed Naser, de futbolista a jugador paralímpico de baloncesto a raíz de una bomba

El futbol era todo en la vida de Ahmed Naser hasta 2007. Ese año una bomba que estalló en un mercado de Bagdad (Irak) acabó con su carrera como futbolista. Ahi se truncó su futuro en la primera división del fútbol iraquí.

"No he visitado este lugar en 16 años. Aquí perdí a mi mejor amigo y parte de mi cuerpo", recuerda Ahmed Naser tras volver por primera vez al lugar donde cambió su vida.

Esa explosión mató a su mejor amigo y compañero de equipo. El fútbol para el había terminado. Pero su futuro sigue ligado al deporte. Ha cambiado la red de la portería por la de la canasta. Ahora Ahmed es jugador de la selección iraquí de baloncesto en silla de ruedas. Una selección que cuenta cada participación en victoria. En parte, porque las diferencias religiosas que han destrozado el país se van olvidando.

"Ahora mi equipo tiene jugadores de todas las sectas y religiones y no tenemos ningún problema", reconoce Ahmed Naser.

Pero, a las puertas del Mundial, que se disputará en el mes de junio, hace falta algo más.

"Hasta ahora competimos sin ninguna ayuda del gobierno, pero para el Mundial lo vamos a necesitar", admite Ahmed Naser. Una pequeña ayuda para quienes todo ha cambiado desde que comenzó la guerra de Irak, hace ya 20 años.

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