Tomás intenta, a la desesperada, deshacerse del cadáver de Federico antes de que llegue la policía, pero finalmente no logra impedir que la policía entre en el hostal y detenga a Roberta por el homicidio.

El golpe que se llevó Marina le pasa factura. Su embarazo se pone en peligro cuando empieza a sangrar y Guillermo se la lleva urgentemente al hospital.

Por otra parte, Asunción, Héctor y Bonilla se ponen en contacto con un juez dispuesto a sacar a la luz la trama de corrupción policial. Los tres detectives sienten que el fin de Bejarano está más cerca. Pedrito y Dorita ponen en pie su plan de fuga. Antes roban dinero a Belén y a Asun para hacer frente al viaje y pagar al capitán que los va a casar.

Alicia admite ante Inés que está enamorada de Fernando. Fernando, por su parte, se vuelca con Isabela tras su salida de la cárcel.