Soledad intenta acercarse a Juan, pero no consigue ni hablar con él directamente. Sus hermanos pondrán la distancia que Juan necesita, consideran que ha sufrido suficiente.

Por su parte, Emilia pide ayuda a Pedro para vender la casa de comidas y poder pagar la operación de su padre. El alcalde es consciente de la desesperada posición de la chica y buscará un buen comprador. Es vender o la vida de Raimundo.

Por último, Pepa rabia por el blindaje de la casona impuesto por Tristán, que sólo quiere alejar a la partera de Martín. Ella se acerca igualmente y es apresada dentro de la casona por Mauricio. Se da la voz de alarma, ya no es bienvenida.