Tristán acoge a su hermano y pide discreción al alcalde respecto a su identidad, en parte, para evitar que Pepa reciba el mazazo de saber que el padre de Martín está vivo y tan cerca. Pero pronto se enterará de que la Casona tiene una visita misteriosa y querrá saber a qué se debe tanto secretismo.

Ella no será la única que tiene algo en contra de esta novedad, Francisca exigirá a Tristán que eche de la casa a Carlos por rencillas del pasado.

Alberto quiere consumar el matrimonio con Pepa, pero ella continúa rechazándole. Él le advierte que tendrá paciencia... hasta que se le acabe. Alberto empieza a dar las primeras muestras de su cambio de actitud con Pepa.

Don Anselmo trata de animar a un Raimundo hundido para que se esfuerce en aceptar su condición de invidente.

Francisca presiona a Don Anselmo para que le diga dónde está su hija; quiere noticias suyas, y si nadie se las presta, no tendrá inconveniente en mandar a Mauricio a investigar.

Sebastián y Virtudes abren sus corazones, hay una puerta abierta al pasado y ahora quizás sea el momento de retomar la relación que una vez tuvieron. La atracción es inevitable y se rendirán a su amor.