A Sara también le llega la noticia de que Eugenia encontró un pretendiente. Parace que en un principio se alegra pero luego pone en duda a Antonio, sobre todo cuando tiene una pequeña charla con él. Sara quiere conocer más acerca del pasado de su enamorado pero Miguel reacciona de manera reacia. Parece ser que en un pasado Miguel tuvo una novia que le transformó y se lo hizo pasar muy mal. Pide a Sara que ahora ella no le haga sufrir.

Antonio Villa sigue engañando a Eugenia con sus palabras y ésta empieza a interesarse por su etapa en Filipinas. Algo que no hace mucha gracia a Antonio, por lo que intenta evitar ese tipo de conversación. A esto se le une que Elvira también se entera de la noticia de la boda y, borracha, monta un numerito en la taberna con su antiguo amante.

Por otro lado, en la familia de los Pérez siguen las malas noticias. Roberto continúa intentando conseguir un préstamo en las casas de crédito de la comarca pero en todas le dicen que no. Y si se lo ofrecen, es a un interés impagable. Finalmente descubre por un viejo amigo que Álvaro Montoro es el culpable de estas continuas negativas. Cuando acude a casa de los Montoro para dejarle las cosas claras a Álvaro, su hermano Juanito le dice que Álvaro va a pagar el dinero necesario para la redención y así no tener que ir a filas. Roberto tiene que tragarse sus palabras.

Margarita ya cuenta sus últimas horas en el pueblo. Tiene una conversación cara a cara con Álvaro para despedirse de él pero éste no le hace el más mínimo caso. La pobre Margarita estalla en lágrimas y le da un bofetón. Por último, Elvira y Martinan continúan con sus cotilleos y malas palabaras hacia Sara.