Lola insiste a Miguel con la idea de trasladarse a Murcia, pero éste no se quiere ir de Arazana sin capturar al Navajas. A la desesperada, Lola embauca al capitán y se acuesta con él a cambio de que el oficial ordene el traslado a Murcia.

Olmedo, prepotente, al ver que no puede sacar nada de Roncero, se ofrece a los Montoro para trabajar como jefe de seguridad en el cortijo. Pero don Germán no acepta de buen grado el ofrecimiento.

Sara, con el apoyo de Juan Caballero, está decidida a recuperar el cáliz robado por El Navajas y proteger a Miguel. Para ello, necesita la ayuda del Chato.

Por otra parte Carmen no quiere que Roberto siga viéndose con Eugenia y se lo dice claramente a su hijo y don Germán hace lo propio con la joven Eugenia.