Luis se reencuentra con Alejandra, quien le explica que su trabajo ardió por culpa de Carlos, con quien ha roto. La chica, presa de la culpa, se ofrece voluntaria a ayudarle en lo que haga falta, pero le ruega que no denuncie a su ex novio. Luis accede sin saber que el muchacho sigue obsesionado con Alejandra.

Diego ha fracasado en su intento de competir con Augusto en su terreno y debe replegar velas, aunque su obsesión con desmantelar los negocios oscuros de su rival va en aumento.

Marcelino reprocha a su mujer la falta de atención que tiene en casa y con la familia por culpa del hostal y su deuda. Manolita, viendo que no puede hacer otra cosa, decidirá vender el Goya que encontró don Patricio para sacar un dinero y acabar con el peso que lleva sobre sus espaldas. 
Román no tiene más remedio que aceptar la propuesta de Salomé de volver a juntarse porque tiene pruebas de adulterio.