Carmen se ha cansado de leer la carta de Toni padeciendo en silencio como éste confiesa en ella su amor a una desconocida, y le echa en cara su descubrimiento.

La muerte de Máximo y el chantaje posterior al que está sometiendo Elías a Benigna tiene sumida a esta última en un profundo estado de confusión que empieza a crearle problemas con los huéspedes.

Petrov, el hombre que torturara a Tomás en el gulag, hace acto de presencia en el barrio.