La brecha que se ha abierto entre Manolita y Marcelino se cierra a raíz de una postal que reciben de Luisita en la que la niña cuenta que está de maravilla.

Amadeo confiesa a Pilar que la echa de menos y lo que han estado separados le parece perder el tiempo. Amadeo le pide a la hija de Augusto una nueva oportunidad para estar juntos.

Por último, Aniceto pasa el día moviendo Roma con Santiago para librar a Rufino del Servicio Militar.