Adela y Sofía están preocupadas tras la decisión de Tomás de no renunciar a ellas y formar una familia. Martos, cuando se entera, monta en cólera contra Tomás.

La ausencia de Adela del salón de belleza, Loli decide ponerse al mando y, como jefa, va a tomar una serie de decisiones polémicas.

Tras los consejos de Manolita, Ramón consigue que Gustavo Galán, un manager de actores, acepte representarle.