Julián consigue sacar del calabozo a Marcelino gracias a su enigmática relación con el juez instructor del caso.

Benigna amanece sin sus joyas familiares y comprueba que también falta dinero. Elías Roncero le ha robado y ha huido, dejando su corazón roto.

Damián sospecha de las verdaderas intenciones de Cristina, que se niega a trabajar de limpiadora, y decide investigarla, mientras Laura empieza a sospechar que Cristina es una amante de su padre.

Américo carga severamente contra su padre por no ir a trabajar y contra Serafina por defenderlo y le anuncia que ha sido despedido de su trabajo.