Laura y el resto de familiares rechazan la visita del comisario Arratia para darles el pésame por la muerte de Juana. Arratia les promete dar con los culpables.

Bonilla confiesa al comisario su interés por encontrar a los secuestradores tras descubrir una nueva colilla de Seitanes en la escena del crimen.

Lucía no puede encajar el beso que vio entre su madre y Paco. A nadie se atreve a confesárselo y decide pedir a su madre que abandonen el piso sin dar mayores explicaciones.

Tras la muerte de Tony, Encarna no sabe muy bien qué decisión tomar. Víctor llega a sospechar que se lo va a confesar a Arratia.