Tomás fue sometido a una novedosa prueba que detectaría si miente o dice la verdad. La pasó satisfactoriamente y consiguió ganarse, en cierta parte, la confianza de las autoridades militares que desconfiaban de la sinceridad de sus palabras.

Adela, ante la sorprendete llegada de su marido a Madrid, decide dar cobijo a Tomás temporalmente en su hogar junto al Dr. Martos y Sofía. La noticia no hace ninguna gracia a Eugenio, ya que no puede sorportar compartir el mismo espacio con el que fue, y legalmente sigue siendo, el marido de su también mujer.

Eladio Montilla está dispuesto a salir del pozo anímico en el que se encuentra y está dispuesto a todo para conseguir un trabajo y poder sacar a su familia adelante.

Por último, Ramón recibe una llamada para hacer una prueba como actor. Pero por desgracia para él, la experiencia resulta muy decepcionante.