Méndez y Martín Angulo se confabulan para que el segundo se trabaje a Valeria con tal de que Augusto no vuelva a defraudarles en vista de una invitación para cenar en el Pardo.

Aunque las circunstancias indican todo lo contrario, Antonio persiste en mantener una relación amistosa con María y la invita al cine. Ella acepta.

Pese a la oposición de Pelayo, Marcelino acaba aceptando la propuesta de Alfredo.