El turismo está cambiando y parece que para bien, los establecimientos y los lugares de ocio se están especializando en tratar con turistas muy diferentes y en darles algo para que se sientan especiales.

Por ejemplo en Madrid los taxistas están aprendiendo chino. O en el País Vasco, el monte se convierte en una atractiva alternativa para los más atrevidos. En Salou los hosteleros están cambiado sus cartas y poniéndolas en ruso. Además el turismo de salud y de lujo se va imponiendo cada vez más.

Los turistas que más visitan nuestro país siguen siendo los británicos que pasan sus días disfrutando del clima. En lo que llevamos de año, han sido casi 5 millones.

Les siguen alemanes, franceses y países nórdicos. Cifras al alza en comparación con 2013. Los comerciantes les reciben con los brazos abiertos aunque tienen unos claros favoritos.

Son menos pero gastan más. Turistas chinos que vienen en busca del turismo de lujo. Tienen un alto poder adquisitivo y buscan los productos exclusivos. Un visitante chino gasta 76 veces más que el alemán en España. Vienen con ganas de vaciarse los bolsillos.

Pero España tiene trabajo que hacer con el turismo de lujo, y es que seguimos a la cola detrás de las grandes ciudades europeas como Londres o París, donde estos visitantes gastan un 90% más.  Sin embargo El Gobierno vaticina buenas cifras y es que entre enero y mayo, nos visitaron más de 21 millones de extranjeros, lo que supone un nuevo récord.