La presencia de Fulgencio aterra a Aurora, aunque trate de disimularlo, y es que sus manos, puede pasarle cualquier cosa. Por tanto, quiere ponerse en contacto con sus familiares, pero se le deniega el permiso y ella a su vez, se niega a tomar la medicación que le han prescrito; terminan administrándosela a la fuerza.
Don Anselmo le entrega a María la carta que le dio Gonzalo antes de partir. Antes de que María abra la carta, Francisca se presenta por sorpresa en el Jaral para invitarla a la boda de Bosco y ofrecerle alojamiento en la Casona. María se decide al fin a abrir la carta que le dejó Gonzalo.
Mariana tiene la ilusión de que tal vez esté embarazada.
Alfonso controla a Matías, que se ha reunido con su “familia”. Consciente del chantaje al que están sometiendo a Matías, Alfonso se enfrenta a los quincalleros.
Haciendo suya la idea de Melchor, Bosco propone invitar a representantes del pueblo a su boda.
Mauricio sigue a Tristán con la intención de cargárselo. Pero contra todo pronóstico, Francisca encuentra a Mauricio maniatado.