Soledad sigue endureciendo su carácter, ahora ya ni se inmuta cuando ve a Mauricio maltratar a los jornaleros, más bien lo entiende. Juan admite que ha tocado fondo frente a Don Anselmo que le propone que arregle el retablo de la Iglesia para despejarle un poco la mente.
Tristán llega a Asturias y se encuentra con un viejo amigo, Figueroa, a quien le cuenta la desgracia de Martín y Carlos. Parece que Figueroa sabe algo de interés, sale corriendo para comprobarlo... efectivamente, Carlos está en Asturias.
El niño del consultorio es el hijo de Segunda, no Martín... Pepa pierde los nervios, está desquiciada sin noticias de su hijo.
Francisca interroga a Pedro acerca de la procedencia del dinero contándole la venta ventajosa de las tierras. Francisca querrá saber más acerca del comprador para ver qué interés hay detrás.
Los Ulloa necesitan reparar el tejado. Severiano llega de Villalpanda buscando trabajo. Ramiro presenta a Severiano a Emilia y Raimundo; él será el que arregle el tejado. La belleza del chico hace estragos en el pueblo, mientras Emilia trata de protegerle de la voracidad de la alcaldesa consorte.
Pedro se rinde ante la presión de Dolores, comprarán el coche si es lo que ella quiere.