Los niños del hospicio al que ha ido Gonzalo parecen haber sufrido un lavado de cerebro y teme que ya estén perdidos. El Sargento de la Guardia Civil también tiene las manos atadas respecto a don Celso. Pero Gonzalo no se rinde. Pese a los riesgos que correrá enfrentándose a don Celso, decide que lo intentará.
Olmo y Candela pasean, convertidos en centro de todas las miradas. Pese a todo, se sienten cómodos.
Los Mirañar sufren una derrota humillante al futbolín. Hipólito se excusa en que no consigue dormir bien.
Llega el momento de despedir a Francisca que va a entrar en la clínica. Soledad la acompañará estos primeros días. Raimundo se preocupa por Francisca y Emilia le hace ver que lo que pasa es que la echa de menos.
María, Aurora, Candela y Rosario hablan de la pérdida de Tristán, de lo que supone para cada una de ellas.
Isidro se enfrenta, por fin, a Aníbal. Están a punto de llegar a las manos y Rita se lleva un empujón.
Mauricio chantajea a Fernando. Tiene la cincha que probaría que el accidente lo provoco él mismo.