Inés tiene una agria discusión con Pía, las dos se demuestran el odio que se profesan y sus diferencias irreconciliables. Daniel tiene un impresor para poner en contacto con Fernando, durante la conversación que mantienen, acabará confesándole que fue cura. Felisa sueña con que algún día pueda volver a reunir a la familia y llevar una vida tranquila, en un futuro no muy lejano puede que se vuelva a reunir con Trino. Vicente no puede soportar la presión y ante los insultos de Emilia está a punto de estrangularla. Alicia intenta que Inés no se venga abajo después de su discusión con Pía, la anima para que hoy mismo consiga que la marquesa testifique. Fernando y Pelayo están muy sorprendidos por la información que les ha llegado de Daniel.
Héctor y Asunción están expectantes por la resolución del caso de Mauro y junto con Bonilla, comienzan a planificar la investigación sobre Bejarano. Tomás se ha quedado dormido en la habitación de Roberta y le asaltan dudas al ser descubierto por otro huésped. Fernando se entera por Pelayo de que Raúl es el causante de todos los problemas de Daniel. Fernando fuerza un encuentro con Raúl, amenazándole para que deje en paz a Belén y a Daniel. Martín acepta la declaración de la marquesa si Inés se atiene a mantener con él, relaciones sexuales. Alicia lo impedirá en el último momento. Sabino les informa a Tomás y a Roberta, de que tiene un local ya mirado para la agencia de Sevilla, júbilo entre ambos jóvenes, hasta que aparece por la agencia el marido de Roberta, Nazario. Finalmente la marquesa de Campomoro hace su declaración y Mauro queda puesto en libertad.