Gorka, ante la decisión más difícil de su vida

Gorka y Maica son vigilados por orden de ETA para que el cura cumpla con la amenaza: hacerles llegar los explosivos y el mapa del cuartel de la Guardia Civil sino irá a la cárcel y Maica tendrá un trágico final.

Gorka está decidido a ceder aunque ello implique poner en peligro varias vidas inocentes, el cura no puede permitir que nadie haga daño a Maica pero esta se niega a aceptar el chantaje.