ES PSICOLOGÍA NO SUERTE

Pensamiento mágico: no pisar las líneas blancas o creer que si pasa un coche rojo te traerá suerte

¿Quién no ha pedido alguna vez un deseo de cumpleaños soplando las velas? Este hecho supersticioso tan interiorizado forma parte de lo que en psicología se llama pensamiento mágico, un sesgo cognitivo.

Jóvenes cruzando el paso de cebra

Jóvenes cruzando el paso de cebraPexels

Publicidad

¿Alguna vez has jugado en tu infancia a no pisar las líneas blancas?, ¿Has llegado a pensar que algo realmente malo podría ocurrir si pisabas alguna?, ¿Te has obsesionado con alguna idea similar de tus pensamientos?

Lo más frecuente es que tu respuesta sea que sí, por ejemplo: no pisar las líneas al caminar, creer que si pasa un coche de determinado color te traerá suerte, pedir un deseo antes de soplar las velas, pensar que alguien está acordándose de ti porque has soñado con esa persona, creer que algo malo te puede pasar si no rezas por la noche, pensar que ver un gato negro te puede dar mala suerte, creer que alguien te puede leer la mente, creer que si te portas bien Papá Noel te traerá regalos, si no llevas tu bolígrafo favorito al examen puedes suspender o si hablas de algo que deseas, pero que aún no ha ocurrido, te lo pueden gafar.

Qué es el pensamiento mágico

En todos estos ejemplos sucede lo que llamamos pensamiento mágico. El pensamiento mágico es un sesgo cognitivo (es decir, un error del pensamiento) que nos lleva a realizar conclusiones basadas en suposiciones informales o injustificadas y que genera ideas que carecen realmente de fundamento. Se trata de un tipo de pensamiento basado en que la mente tiene poder sobre la materia. Este tipo de pensamiento se da con frecuencia en las personas porque tendemos a buscar una relación entre causa y efecto, nos cuesta lidiar con la incertidumbre. Las supersticiones y la astrología son ejemplos muy normalizados en nuestra sociedad de pensamiento mágico.

Causas del pensamiento mágico

El pensamiento mágico puede tener distintas causas. La causa más importante es la niñez, es decir, los niños suelen tener con relativa frecuencia este tipo de pensamiento y la explicación es muy sencilla: todavía no tienen del todo desarrollado el pensamiento lógico. Sin embargo, cuando se da en adultos suele deberse a causas culturales que se intensifican si tenemos una elevada necesidad de control.

Las personas con alta necesidad de control pueden agarrarse a "un clavo ardiendo" para experimentar esa sensación de control. Por ejemplo: si una persona siente algo por otra y sueña con ella, la explicación más fácil y que más placer le va a producir es pensar que es una señal porque significa que el sentimiento es recíproco. Debemos tener en cuenta en una situación como esa que realmente no depende de uno el gustarle o no a otra persona, es algo que no podemos controlar.

En circunstancias en las que sentimos inseguridad y preocupación, creernos un pensamiento mágico puede ser un alivio instantáneo. Es importante tener en cuenta que no se trata de un recurso muy fiable porque si lo utilizamos con frecuencia puede derivar en Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) o en Trastornos psicóticos con delirios.

Profecía autocumplida

La profecía autocumplida es una predicción que al mismo tiempo es la causa de que algo se haga realidad. La explicación es que cuando nos centramos en algo, no es que el universo se ponga a trabajar para que ese algo se cumpla, sino que lo que sucede es que empezamos a comportarnos en base a ello, de tal forma que con nuestras conductas nos acabamos acercando a ese resultado. Es importante diferenciar entre pensamiento mágico y profecía autocumplida.

En conclusión, es importante ser conscientes de cuándo estamos teniendo un pensamiento mágico para tener en cuenta que se trata de un sesgo cognitivo, de un error del pensamiento.

Novamas» Vida

Publicidad